domingo, 28 de febrero de 2010

Último día del mes de febrero

1:56 PM, acabo de matar una cucaracha (buscar el Raid dorado, no encontrarlo, resignarme a pisarla, tres intentos y el crujido, seguido de la sustancia blanca del interior del insecto, qué asco). Me siento bastante sola, no tengo inspiración para escribir más que para pintar, pero debo limpiar la pileta (eso sí que es un trabajo por demás tedioso), terminar mi hermoso plato de arroz con atún y tomates cherry (eso sí es vida), limpieza general de la casa, y recién luego de todo eso, pintar mi futura cartuchera facultativa y los cuadros para la casa.
Adiós. (es evidente, quise escribir algo para no cortar con la seguidilla de posteos)
Have a nice day (no es mi caso, pero bueno..)


L.

sábado, 20 de febrero de 2010

Vamos a citar a una vieja amiga

An older version of me, is she perverted like me? Would she go down on you in a theatre? Does she speak eloquently? And would she have your baby? I'm sure she'd make a really excellent mother.
Because the love that you gave that we made wasn't able to make it enough for you to be open wide and every time you speak her name, does she know how you told me you'd hold me until you died? (But you're still alive)
You seem very well, things look peaceful. I'm not quite as well, I thought you should know. Did you forget about me Mr. Duplicity? (I hate to bug you in the middle of dinner) It was a slap in the face how quickly I was replaced; are you thinking of me when you fuck her?
Because the joke that you laid on the bed that was me and I'm not gonna fade as soon as you close your eyes (and you know it), and every time I scratch my nails down someone else's back I hope you feel it.
Well, I'm here to remind you of the mess you left when you went away! It's not fair to deny me of the cross I bear that you gave to me, you oughta know!

martes, 16 de febrero de 2010

Crecí

Y no me gusta nada.
No me divierte saber que la inmunidad de la adolescencia caducó. Que estoy a muchos escalones arriba (que, por cierto, miro desde acá al suelo con vértigo y curiosidad, pero a la vez ese mismo agite en el estómago y esa blandura de los pies asustados es lo que me tira al anhelo de volver tres capítulos atrás) y el panorama es mucho más amplio. Y diverso.
La diversidad es ilustre y eficaz.
Pero la madurez está plagada de cánones y preconceptos -aclaración: puede que a simple lectura resulte altamente prejuiciosa, pero aclaro que mis prejuicios son mucho más livianos de lo que parecen-, acciones y fines claves y vidas acartonadas. Es una madurez de selección, un producto.
Imaginemos la siguiente situación: una marca reconocida fabrica colchones para el uso cotidiano (dormir, sentarse, saltar, tener sexo, hacer "vuelta carnero"). La máquina produce éstos elementos en serie, mismo interior, mismos resortes, misma tela exterior, mismas medidas. los que no cumplen el testeo de calidad, chau, quedan fuera del mercado. Bueno, algo así funciona la vida adulta y pasa lo que pasa cuando uno no calza justito.
Te tiran al asfalto (sí, te revolean a la fuerza, porque un mandato superior, magnánimo, determina que así sea) y vos estás en pelotas. El desamparo es un cambio drástico, y para revertirlo implica toda una serie de mecanismos para autoreconstruirse "Guacha, ahora tenés que aprender a hacerlo sola" y aprendemos a categorizar, nomás (o mejor dicho, aprendemos las categorías como los comandos de los videojuegos). Vida plena, comodidad total, simplicidad en su máxima expresión; simplicidad, plenitud, comodidad, plenitud, simplicidad. Y nos olvidamos de las utopías formuladas en nuestra adolescencia, la quejas fervientes y la indignación impresa en la rebeldía, en el boca en boca, esa difusión tan elemental y rudimentaria que nos parece mayúscula, extraordinaria.
Y tengo miedo. Un poco por lo que espero de mí y otro poco por los personajes con los que me voy a topar en la vida.
Uno nunca sabe.

Ojalá nunca pierda las ganas de aprender y no meterme en el vicio de tener (o que él me meta a mí); ojalá nunca deje de mirar con orgullo mi familia, por más baches y costumbres que no comparto, por más errores que tenga. Espero nunca olvidarme de dónde vengo ni con qué ideas me forjé; voy a procurar seguir siendo como hasta ahora, lejos de pretender grandes cosas sino que desear saber mucho y difundirlo.


L.

domingo, 14 de febrero de 2010

ashes of paradise

Here we are

burning out our funny words

(ashes of glory)

Open up the s k y, tell your parents
We’re going to take
a lovely trip

Waking up the sleeping dust of these empty streets
(I must confess that I feel proud by this joy)

Ashes of glory

Twisted tongues, simple words

You sound so
virginal

pretty small like those days

Ashes of glory


Just turn back the needles
We don’t need a dictionary
Words come to us
so fast

a sort of mist and a tenderness

that blooms in our restless spirits

I’m so delighted by your presence

(All this beautiful shit isn’t necessary)

Thousands of cigarettes had been burned out
I’m singing this song


And I don’t need any fucking rule


L.

sábado, 13 de febrero de 2010

l'amour

And we don't notice any time pass
we don't notice anything
we sit side by side in every class
teacher thinks that I sound funny
but she likes the way you sing
Tonight I'll dream while in my bed
when silly thoughts go through my head
about the bugs and alphabet
and when I wake tomorrow I'll bet
that you and I will walk together again
cause I can tell that we're going to be friends


Al menos siempre nos queda la sensación del "la próxima va a ser mucho mejor". Quemamos, mezclamos, sucesivas metamorfosis internas y el "qué se yo" por lo que va a venir.
Feliz no día de los enamorados, mañana yo no festejo porque no fui víctima del asalto al bolsillo de éstos graciosos inventos yankees para movilizar los puestos de flores y fábricas de chocolates. Felices días todos los días juntos, mi amor.

L.

jueves, 11 de febrero de 2010

Contemplaciones deliciosas

And we don't even care
as restless as we are






En días como éstos (resumiendo: lluvias y calores alternados, escasez de propuestas dentro de la categoría "viables", es decir, límite algo reducido para ponerse en marcha), casi siempre elaboro una suerte de abstracción al tiempo que dibujo o pinto.
Por lo general la abstracción conceptual es la más sofisticada, es la que requiere más sinopsis y de la que puedo obtener resultados satisfactorios en cuanto a la precisión de las conclusiones a las que me deriva (o al menos una aproximación velada a la certeza que funda divertidas revoluciones en la psiquis). Podría decir que es positivo también el hecho de que las pinturas más aceptables surjan a raíz de éstas conceptualizaciones aplicadas.
Justamente hoy, antes del sueño con epifanías y aventuras que en la vida real nunca ocurrirían, la ensalada de tomates, queso, aceite de oliva, ajo y albahaca, la visita de Malena y las confesiones en los verdes (pocos verdes) de la plaza de Merlo, realicé una de éstas contemplaciones de las que hablé en el párrafo anterior.
En principio reorganicé el concepto de las relaciones humanas (que redefino cada cinco o seis días), cuya conclusión fue muy simple y veloz de determinar: rareza. Las relaciones humanas son muy extrañas, ¿y qué más raro que las del tipo afectiva? me refiero a la singularidad y también a la desproporción lógica del conjunto integral de lo que ello representa, que va mucho más allá de cualquier intento de organizarlo ya que no existe razonamiento válido que justifique el desorden mismo, porque la única causa es ese desequilibrio, es la falencia como columna vertebral, un candombe, una locura.
Es curioso como un homo sapiens (y ésta línea es ideal para citar Ilha das Flores: mamífero con telencéfalo altamente desarrollado y pulgar oponible) puede llegar a auto-desconfigurarse y exaltar los sentidos más allá de sus capacidades físicas y psicológicas, convicciones y contradicciones con las se lidia durante casi toda la vida. Y lo más peculiar y entretenido es el hecho de que resulte tan natural, creyéndose completamente asumido, cuando bajo ningún análisis ni analogía se haya determinado la poca certeza que existe al intentar definir las relaciones humanas indistintamente de los tiempos, colores, edades, culturas y combinaciones.


L.



we were sure we'd never see an end to it all
and I don't even care to shake these zipper blues
and we don't know
just where our bones will rest to dust
I guess
forgotten and absorbed into the earth below
(...)no apologies ever need be made
I know you better than you fake it
the street heats the urgency of sound
as you can see there's no one around

REVOLUCIÓN

Revolución: ¿Quién mejor que un latinoamericano para pronunciarla? Nace en nuestro idioma y perdura en el anhelo de nuestra tierra.


L.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Ochenta y seis mil cuatrocientos segundos

En una estación de servicio de localidad desconocida (sospecho que debía estar entre Rosario y Campana, así que calculen la poca noción) me aparté del auto y de las instalaciones de combustible para ir a fumar un pucho. Hacía calor, pero las nubes estaban al borde del llanto. En un momento como ése, en dicho lugar, mirando la ruta 9, los pensamientos suelen brotar desordenados y en mi caso, además de eso me preguntaba qué estaba haciendo ahí, en ese lugar que un mes atrás no hubiera imaginado ya que fue pura improvisación (todo plan al azar es encantador).
Y aparece una mariposa. Era chica, color naranja, típico "color mariposa" de esas que parece que tuvieran gajos de naranja rancios en cada una de sus alas. La brisa era algo mestiza, por momentos era más bien frenética, más parecida a un viento. Y las alas temblaban, estaba ahí, a mis pies.
Y fue ese segundo, ese terrible segundo que convirtió a esas alas en hojitas secas. Eran hojas color mariposa, o la mariposa que se vuelve hoja para defenderse del mundo, huérfana, cuando los segundos cobardes de la hora número veinticuatro terminan por abandonarla.


L.

martes, 9 de febrero de 2010

¡No dejes que repriman tu naturaleza!

Las tardes de sol. Sol y luna: cada uno tiene su encanto. Los ravioles con tuco, las pantuflas cque simulan ser patas de cierto animal cuadrúpedo, el interior de los trenes de la línea A del subte. La leche condensada, la risa adquirida por contagio, la filosofía. Las calacas mexicanas, las medias rayadas, cualquier revuelto con salsa de soja, las prendas batik. El chocolate y un buen lemon pie. Los vestidos floreados o de bambula, el pelo despeinado, los blogs que nadie lee, los condimentos raros, Rocío. El té de poleo, los terneritos, la Cindor, polleras, América del Sur. Los parques, aros colgantes por cualquier artesano aunque me hacen mal, el bar Crónico de Plaza Serrano. Color verde, violeta, Josefina, más lo dulce que lo salado. La variedad, el hielo, los 3D, hacer cosquillas, calidad y esencia. Patinaje sobre hielo, Toy Story, Windows 98, análisis, conciencia y poca coherencia. Dibujos, pinturas, lápices 6B, acrílicos o pintura para tela. Libros, cuadernos, los vitrales, las cascadas. Las definiciones complejas, el té sin azúcar, el ketchup, los buenos recuerdos. Bocetos, borrón y cuenta nueva. Granizo, pulseras con motivos varios, Engels, Marx, el pan casero. El barrio Chino, Neptuno, Fernet con coca, el Beto Alonso, Ricardo Bochini, lámparas de cristal. Amor profundo hacia Charly García, aunque le daría el sí a Pedro Aznar. Submarinos, recitales, lentes de sol, armónica. Guantes coloridos y calzas mientras no haga mucho calor. Malabares y los hombres mismos que se dan la maña (es una atracción difícil de explicar), barba y pelo oscuro. Los nenes colorados, las nenas en traje de baño rosa. Cipreses y flores de cerezo, casas rodantes, peces tropicales. El olor a ozono, galletitas caseras, zapatillas nuevas y ropa secada al sol. Pecas, Perú, Cuba, India, después de Argentina. La marcha de San Lorenzo, Nietszche y Sartre, Galeano y Verbitsky. Poco dulce de leche, mucho chocolate, nada de crema. Los inviernos no muy violentos, naranja, sandía, tomate y berenjena. Boxer negro, queso, viajes y fotos. La gente con pómulos definidos, problemas matemáticos resueltos, casas antiguas con chapas de zinc. Tatuajes excepto tribales o pin-up girls, pluralidad. El pelo castaño y brillante . Los espejos, Cortázar, pizza napolitana, las manos chiquitas. Un beso cálido y duradero, una muerte rápida y sin dolor. Los árboles dispuestos en hilera, gorritos coya, solos de guitarra y sexo con amor. La sombra que dibujan las nubes sobre las sierras, Valentina, los caporales y las murgas. Las guirnaldas de colores y los recitales gratis, Malena, curiosidades. La piel bien oscura y brillante, Jauretche, absolutamente todas las primaveras. Los hombres con pelo largo, las mujeres con pelo corto, la brisa estival.
El amor en tiempos jodidos y el amor después del amor. Las reconciliaciones. Música, música, música. Los otoños templados, las flores de limón, bufandas, estrellas fugaces. La cerveza, el idioma francés, guarda pampa y muestras gratis. Palais de Glace, mate amargo, escribir, panqueques. Opinión, cartas, caminatas, teatro. Las castañuelas y caminar entre hojas secas. La lluvia para leer o dormir, el jugo de naranja, los apodos exclusivos, las carteras cruzadas. Sudestada, el tren violeta con aire acondicionado, luces de neón. Los Fiat 600, las operaciones cerebrales/cardiovasculares, las huertas y el pasto recién cortado. La textura del pelaje de los perros rapados, Nacho, los relojes cucú, las empanadas árabes de Alicia, el sonido del mar, las piedras de mica y rodocrosita. Las ranas bebés, las zapatillas de viejo, las mariposas blancas, viajar por la ruta, las ofertas, los chistes inteligentes. Gatos, piano, pintar con rodillo, mestizaje.


L.

domingo, 7 de febrero de 2010

20 motivos para definir la semana del 31/1 al 7/2 como una semana de mierda

1. Lluvia, calor y humedad como en la selva Misionera
2. El regreso a la torpe rutina de despertar en un cuadrado violeta
3. Los intentos por introducirme al laburo heredado
4. Con relación al punto 3: Mi progenitora atendiendo a las clientas con una voz aguda y atornillante y frases que le sientan muy mal conociéndola a ella (bastante -muy- malhablada, a nadie le sorprende que yo escupa un "la puta madre" cada veinte palabras), como por ejemplo "negri" "sí mi amor" "dale" "¿Te quedó bien negri?", le hubiera clavado la birome en medio de la sien repitiendo el cantito "NEGRIIIIIIIIIII, NEGRIIIIIIIIIIIIIIIII, ACÁ TENÉS NEGRIIIIIIIIIIIIIIII"
5. Con relación al punto 1: No concretar exactamente ninguno de los planes para la semana
6. La infección en el agujero de la oreja
7. No haber conseguido las mandalas
8. Haber descubierto una pequeña deformidad en los dedos de mis pies
9. Depilación
9 -bis-. Implica pierna entera y cavado (deeeeeeep). Muy doloroso y para colmo, parece que tengo al führer en el pubis
10. Haber comido como nunca en mi vida
11. Descubrir que toda mi vida canté mal una parte de la canción "Bubulina" de Charly
12. Cortes de luz
13. Gastadero de plata en comida
14. Sequía de Always en el momento que más se necesitaron
15. Ruptura de frasco de esmalte
16. Visitas familiares por doquier (bastaaaaaaaaaaa)
17. Huéspedes promedio siete años que no paran de hablar hasta las tres de la mañana con vocecitas infantiles que perturban a cualquiera a esas horas
18. Quemarme en la cocina (preparando algo para comer, por supuesto)
19. Dolor de espalda crónico
20. Me quedé sin Luckies y ya son las 23:23 hs, por lo que no voy a conseguir hasta mañana



L.

jueves, 4 de febrero de 2010

"Figurita repetida" o "late, late, late..."

A veces me torturo pensando cuán dificil puede ser concebir los hábitos religiosos o volverse lesbiana. Creo que preferiría ser lesbiana, al menos no moriría sola y sin sexo dentro de una suerte de túnica de eterno celibato y castidad. Además, nunca me consagraría dentro de ningún orden que tenga algo que ver en mayor o menor medida con la nefasta institución eclesiástica. No, no hablo de castidad.
Me refiero a algún tipo de inmunidad. Algo que me ataje en el proceso causal y no en el efecto inmediato, irreversible.

Creo que eso es mucho más fácil que encontrar a alguien que se banque arpegios desprolijos que salen del alma a pesar del poco talento, que no salga corriendo al ver la imagen ridícula que represento al encontrarnos la lata de leche condensada, la cuchara sopera y yo, sumada en la placentera sensación de tolerar su empalagosidad abismal, o que juegue a la par mía a armar definiciones sumamente rebuscadas, de léxico avanzado y con poco sentido, barajar canciones al azar o cantar la traducción al inglés paupérrimo de las obras cumbres del rock nacional luego de una intensa dosis de Fernet ("Poor Fermín/he wants to be happy/he turns and turns around/in the mental hospital (JAJA)they'll give him/water, sun and bread/and a bird that keeps his name"; "I'm going to travel to Katmandu/I don't have visa, I can't get in there/I don't think she could imagine/how much I miss her").

¿Es tan difícil? Más que el simple hecho de pasar la barrera del año o por lo menos, hasta que a mí se me vaya el amor de encima -¡¡Basta de ésas torpes relaciones unilaterales y efímeras!!-. "El día que termine yo una relación voy a pagar alcohol para todos y voy a hacer el baile de la botella en pelotas", FIN.


L.

'cause everyday is sunday when you're so full of joy*

Antenoche soñé que mi mamá preparaba un arsenal de panchos sin más motivo que para almorzar, pues. Eran alrededor de cincuenta, sí, cincuenta panchos para cuatro personas (cabe mencionar que, como en todo sueño, la cotidianeidad es ultrajada y se modifican varios puntos, como en éste caso, que resulta ser que a mi viejo sí le gustan los panchos cuando en realidad detesta la salchicha y toda clase de embutido).
Comemos, reímos, cantamos canciones de Almendra (era un sueño muy conmovedor), papá contaba la historia de la canción 'Muchacha Ojos de Papel' por décima vez (Spinetta escribió 'Muchacha...' para su primer amor, una chica de unos diecisiete o dieciocho años, y que al toque de estrenarla en vivo, se pelearon. Y por eso escribió 'Blues de Cris', que daba un cierre definitivo, bla, bla, bla...), Valentina preguntaba acerca de los sustantivos propios que rondaban la explicación, mi vieja de lleno en el canto, y yo, la verdad que no recuerdo.

Curiosamente, hoy todos en la cocina, mi vieja pone Encuentro: entrevista al flaco acerca de 'Muchacha...'. Significados, verbos, adjetivos. Cristina Bustamante, juventud, divino tesoro. Años sesenta.

Aschira un poroto, eh.


L.


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*Escrito correspondiente al 19° día del mes de Enero

Perdedores hermosos

El calor es agobiante, el cigarro mata las penas, no hay nada qué perder, el amor quema, corremos, los caminos se bifurcan, los abrazos se extinguieron, nos exiliamos el uno del otro, reorganización, un ladrillo, una pared, mil historias, una vida, ¡Qué raro verte por acá! ¿Vivís cerca? Me voy a casar ¿Éste es tu nene? Mirá vos, te felicito ¡Qué bueno que todo esté bien! Proyectar diferente, nueva vida, nuevas oportunidades.


L.

¡Tengo ganas de matar, ya me han hecho tanto mal!

Se oye, terminó la calma ¡Que comience el festival!

El hilito casi invisible que nos unía (que nunca voy a saberlo bien, por lo pronto sólo puedo decir que al menos a mí me ataba) ya está rancio. Venció, mi amor.
Mi amor, mi vida, gordi; ¡Cuánta palabrería barata cuando se está enamorado! Factores fundamentales en una relación intensa y fugaz, de ésos torpes idilios que fingen ser eternos incluso ya tratándose de un idilio (valga la redundancia) y siendo consciente de ello.
Otro agregado puede variar entre el mal uso de la autodeterminación (ya en abuso, abundancia), que lleva a que la relación causa-efecto concluya siempre de la misma manera: arbitrariedades, carencias sensoriales (escucha, sentidos comunes y no tan comunes, percepción y sensibilidad para con el prójimo), cero punto cero gramos de temple y paciencia, y una medida de paranoia que nunca puede faltar (repito, nunca, como la salsa de soja y el jengibre al Chop Suey).

Falta tanto para que camines, (y ahora viene la típica de los ljp: "Yo te enseñé a caminar, ¿y ahora vos me querés correr?")


L.