jueves, 17 de noviembre de 2011

Yo al cálido noviembre

Hay equilibrio (físico, químico, psíquico, social, laboral, sentimental, familiar, intelectual) (bueno, mejor suprimir lo de físico, necesito un par de clases de spinning fuerte y menos hidratos de carbono para estos formidables mini rollos). Creo que encontré el término adecuado, ya que no se trata de estar en perfectos y altísimos niveles de éxito, empalagoso optimismo e incluso unos leves aires con olorcito a soberbia chica. No, el equilibrio es patear para todos lados, bien y mal, pero parejito y sin tirarse para atrás. Es una puteada sencilla y un beso en el oído, risas y medio kilo de helado transformado en materia degradada por la solución de HCl y enzimas digestivas de perfectos niveles de pH y una taza grande de telgopor masacrado violentamente junto con dos cucharas victoriosas (las nuestras, por supuesto).
Una vez hablé de los británicos de mis amores, let it be and let it bleed. Sí, vuelvo a esa frase, y hoy reivindico esa sangre: la que hierve buscando respuesta a todo, la que fluye sin importar que se pudiera gastar. Sí, la sangre violenta, los borbotones de revolución entre eritrocitos y todo eso que te vuelve a poner así, lleno de estrategias de vida.
Hay algunos que dicen que el tiempo nos vuelve más precisos para elegir. Yo no se...quizá me sienta con la capacidad suficiente para determinar algunas cuestiones, pero para otras, sinceramente creo ser menos rigurosa. Y no es por decir lo que venga, lo que hay. Yo supongo que la paciencia se elabora con el tiempo, la autorreflexión y por qué no, la autoevaluación: el juicio crítico es constructivo, mucho más si es individual.
Y promocioné todo, casi que pasé a primero al fin. Y encontré el eje. Y me enamoré.
Y de esos amores fuertes, envolventes. Ternura y perversión (ja), creo que somos geniales. Y renuncié a las etiquetas del artista intelectual soberbio, el músico bohemio, el cannábico por excelencia. Esos malditos perfiles que seguí...
Y te encontré. Y quemé las cortinas, y me incendié de amor.