viernes, 4 de febrero de 2011

Manual de Instrucciones (parte 2)

-No como carne de ninguna clase, color ni combinación. Como siempre sostuve la idea de que la autodeterminación nunca va de la mano con la auto-represión, mi condición de vegetariana es a voluntad y sin presiones, ya que nunca me gustó la carne. Nunca disfruté de un asado (en sí nunca compartí la cultura del asado, es decir, todo lo que implica), detestaba la idea e imagen de la porción de carne ensangrentada (sí, ensangrentada, los consumidores fieles suelen decir que el asado está "a punto") y la de todo tipo de carne, ya sea pollo, pescado, cordero, etc., y es por eso que hoy afirmo que la vida de cada animal tiene valor por el sólo hecho de estar vivo.
Para aquellos que quieran incursionar por el amplio y hermoso camino libre de culpas y colesterol, siempre dejo el mismo consejo: al momento de servirse una porción de carne, visualicen la cría, el animal bebé, la representación más pura, inocente y adorable que pueda llegar a existir sobre la Tierra. Es así, marcha un costillar de cerdo e instantáneamente se imaginan al cerdito bebé, blanco, nariz rosada y redonda, la cola enrulada...es reconfortante saber que después de todo, los animales son los seres más sencillos y nobles, despojados del odio y los vicios humanos.
-No tengo paciencia para las pelotudeces. Incluyo dentro de esa categoría a los juegos de mesa, las colas para pagar los servicios, la música en espera del servicio de atención al cliente de la empresa Claro, las conversaciones que tratan exclusivamente sobre indumentaria y salidas nocturnas, las voces apenas despierto, la lentitud para hacer cosas que no requieren más de diez segundos, salir de la cancha de River y clavarme cuarenta minutos en Libertador sólo para salir a Gral. Paz, porque después lleva otros treinta minutos en despejarse (en, fin hasta llegar al acceso), los infractores de tránsito, las luces intermitentes, los uniformados que creen ser realmente sexys por el hecho de estar uniformados y portar armas a la vista de todo el mundo, la espera eterna del 392, las exigencias inútiles, la limpieza obsesiva y el desorden excesivo.
-La idea de la existencia de Jesús de Nazareth me cae muy mal, como su padre (Ya manifesté mi ateísmo en el post anterior, pero ahora voy por algo más específico). Sí, leí la Biblia y la asimilo como lo que es, un documento histórico que marcó el inicio de la cultura occidental. Un buen invento, mezcla de mística y romanticismo épico que evidencian el perfil del hombre que la redactó (sí, hombre), con una necesidad enorme y notable de cariño y comprensión, pero por sobretodas las cosas, que pedía a gritos la libertad para hacer y deshacer su vida a gusto sin tener que recurrir a un escudo para eximir cargos de consciencia moral, incapaz de armar su vida sin que existan mandatos de por medio. Hombres que difundieron el trabajo de ese hombre, fueron hombres que no amaban a sus mujeres porque en lugar de hombres eran patriarcas totalitarios. Mujeres olvidadas que sólo podían responder con el silencio. Hombres y mujeres que odiaron a otros por no adorar al mismo Dios, pueblos de hombres y mujeres que sometieron a otros hasta derramar llanto y sangre en nombre de Dios. Pueblos que maltraron a la madre tierra y al resto de las especies vivientes, porque la indiferencia a su Dios era símbolo de inferioridad, porque el especismo es aceptado por todos. Pueblos que creyeron ser más que otros, marginaron y torturaron, porque el mandato superior del todopoderoso establecía que unos eran más poderosos que otros.
A usted, creyente: mire a su alrededor y vea todo lo que su Dios hizo por el mundo.
-Las corrientes artísticas del siglo XX son mi debilidad absoluta. Kandinsky y Miró, lejos.
-Considero a la literatura latinoamericana como la más nutrida, original y contundente de todo el mundo. Será porque quiebran con la teoría de que se mira mejor desde arriba...las heridas dejan cicatrices, relatos, pedazos de una mezcla candente, colorida y versátil que representa al conjunto de los pueblos que son y serán el futuro de este mundo nefasto, dominado por inútiles que rinden culto a la avaricia, descendientes de los que hace más de cinco siglos condenaron a nuestra gente al subdesarrollo bajo la institucionalización de la esclavitud, el saqueo y el genocidio.
-Si pudiera elegir a tres ídolos nacionales vivos, sería a Charly García, Ariel Ortega y Luis Zamora.
-Tres ídolos nacionales que ya no viven en este mundo: Ángel Labruna, el Carpo y mi abuela.
-Creo en lo que puedo ver, tocar y escuchar, en Trotski, en el amor y en las milanesas vegetarianas (de pencas de acelga, berenjena o zapallito).
-Y me dijiste algo de 'la energía transforma mala en buena'... "te quiero", pensé. Te quiero, porque no sé, porque me hacés bien.
(El punto es que bailo como loca escuchando esa canción)
-Creo firmemente que las propagandas del nene lindo que toma Danonino acompañado de su mamá, en su cocina amoblada e impecable, claros indicios de una representación de una escena utópica de clase media, hace brotar el resentimiento. Ver por la televisión las cosas que nunca vas a poder comprar, eso es violencia. Que se crucen de vereda porque crean que les vas a robar, eso es violencia. Que la policía gatille a tus mejores amigos bajo el escudo de una gorra insignificante y el aval de un Estado que no quiere más pibes en los penales porque éstos ya no dan abasto...eso es violencia. Y después exigen bajar la edad de imputabilidad, o peor aún, la pena de muerte. Ver que la señora en la televisión, exige que caigas en cana teniendo trece años, eso es violento. Te saca, te convulsiona, potencia el odio y resalta las carencias. No tenés proyectos de vida, porque el mundo quiso que así sea. Quiso que seas un número, que votes al que te da lo que por legítimos derecho te pertenece y que no debería ser mérito de ningún gobernante, porque así es como debería ser bajo cualquier aspecto. No proyectás, te querés ir a la mierda. Conocés a un flaco una minita de tu edad, te libera de la mierda. Están por traer un pibe al mundo. ¿Qué van a hacer? No te queda otra, tu vida no te va a llevar más que a eso, procrear. Y te falta. Y tenés que sacarla de algún lado, porque ellos tienen gracias a lo que te falta, porque una seca te pone adrenalínico, una sensación divina, espectacular, creés que podés contra toda la mierda y querés salir a bajar a todo el mundo, a la cana, querés tener lo que nunca te van a dar, porque el mundo quiso que así sea.
No tomo partido por nadie, pero está bueno pensarlo desde el otro lado también.
-Con respecto al punto anterior, expongo que el número de asesinatos producidos a raíz de hechos delictivos es muchísimo menor al índice casos de gatillo fácil por parte de la Bonaerense.
-Soy alérgica a la humedad, los ácaros, el polvo, el pelo de gato, cierta clase de hormiga, y los metales en contacto con la piel, a excepción del acero quirúrgico, el oro o la plata. Por lo tanto, no debería amar la vida al aire libre, los gatos, los aros colgantes de todas las ferias artesanales que visito, las bibliotecas inmensas, ni las casas antiguas.
-Cuando era chica, quería ser bióloga y artista plástica. Tanto no me desvié, ¿No?
-Cada vez que veo un archivo de video de algún discurso de Menem, me da asco, rabia y hasta ganas de llorar, según sea el caso. Lo mismo me pasa cuando leo sobre animales que se extinguieron en los últimos cien años. Impotencia, mucha tristeza. Sí, lo sé, acá también exagero.
-Tengo pánico a la oscuridad absoluta, las cucarachas voladoras (aún así no comparto la idea de matarlas, sino ahuyentarlas), a la idea de que Aldo Rico asuma la presidencia de la Nación, a las motos y a las imágenes de las vírgenes y los santos.
-Detesto los caramelos de anís, el hinojo, la manteca, la sal en demasía, la nuez moscada, las bebidas blancas y cualquier fideo con forma tubular.
-Creo firmemente que a varios artistas europeos progres como Manu Chao, Bebe, Macaco y Pulpul les hubiera encantado nacer en América latina. Es fija.
-Me hubiera gustado que la gente acostumbrase a llamarme Sol en lugar de Luciana. Es más corto, prolijo y acorde, creo.
-Mi hermana, mis discos y mi gato son el mejor escape de este mundo directo al mío.
-Muchacha ojos de papel, Cinema Verité y Viernes 3 AM continúan emocionándome tanto como la primera vez que las escuché.
-No comprendo a la gente que, cuando sube al colectivo, omite el "por favor" al momento de solicitar la tarifa que va a abonar, o bien, cuando quiere baja por la puerta delantera y pide la parada.
-Van a acordarse de mí cuando por fin se den cuenta de que Mar del Plata no es un lugar para vacacionar con tanta contaminación visual y auditiva.
-Sospecho que debí haber nacido en el cuerpo de un ave.


(continuará..)

4 comentarios:

Grisela dijo...

todavía no terminé de leerlo pero quería acotar sobre el vegetarianismo. lo banco, lo apoyo, me parece lo más. El año pasado lo implementé, pero trajo consigo muchas consecuencias. Por empezar, al dejar de comer carne te vas dando cuentas de todas las otras cosas de uso cotidiano que llevan ALGO de un cádaver animal; desde los zapatos, carteras, todo lo que lleve cuero, hasta las galletitas con grasa animal. Me empecé a hacer mucho la cabeza y descubría en la descripción de los ingredientes de un producto, la presencia de grasa animal por ejemplo, en los bizcochitos. o los capelettinis? todos llevan carne, TODOS, hasta los de verdura.
Esto, sumado a lo difícil que se me hacía a veces comer algo creativo sin la presencia de carne, a mis pocas ganas de cocinar, al esfuerzo que significaba para mi mamá hacer dos menúes (uno vegetariano y uno carnívoro) cuando yo no tenía ganas de cocinar, y a lo débil que me puse por no tener una buena dieta, bien equilibrada, con todo lo necesario para reemplazar la carne. Lo sigo apoyando y en algún momento cuando me sienta más preparada me encantaría poder volver a hacerlo porque trae muchas ventajas, pero después de 4 meses (y debo admitir que con mucho asco) decidí volver a la carne.

Luciana dijo...

Entiendo, sobretodo porque creo (y espero) que ésta úlitma oportunidad sea la definitiva. ¿Que lo intenté antes? Sí, varias veces, y fracasé por falta de ánimos de cocinar, de comprar cosas aparte y falta de sustento económico propio, nunca por un deseo carnívoro reprimido. Si bien ahora estoy sin laburo y mi menú vegetariano se reduce a la ensaladita que acompaña la comida general de la familia, debo reconocer que la independencia económica ayudó a no romper tanto las pelotas en mi casa (las minorías siempre somos un estorbo, ja ja), ya que me gastaba mis pesitos en cereales, lentejas, garbanzos, soja, etc. Además, gracias al vegetarianismo mejoré mis habilidades culinarias, con lo cual ya sumo puntos extra. Tendría que dejar el cigarrillo y ahí sí, soy el Diez.

Luciana dijo...

No sé por qué publiqué, nunca terminé de formular el comentario.
Lo más importante("el consejito"): Que no te guste demasiado la carne, ya suma. Si vos te ponés a pensar, lo que más consumís son preparados con carne y no un "pedazo" de carne puro y literal. ¿Se entiende? Milanesas, hamburguesas, embutidos.
La milanesa de berenjena, la hamburguesa de soja y un buen sanguchito de cebolla, berenjena y calabaza a la plancha con un poquito de ajo y tomate, le pasan el trapo a esas malditas y tradicionales comidas rápidas :)
Cuando te decidas, deja la carne de a poquito así te acostumbrás vos y tu cuerpo también.
Si llega el día chiflame, que soy de las que les gusta enterarse de este tipo de "cambios".

Grisela dijo...

no va a faltar oportunidad para que lo vuelva a intentar, eso te lo aseguro. en mi organismo quedaron secuelas vegetarianas, esto te lo aseguro: nunca más toqué la carne de cerdo (ni siquiera el jamón cocido, puaj). debo admitir que mi gran debilidad es el pollo, pero la carne de vaca en sí no es algo que me enloquezca; en verdad soy bastante asquerosa con la mayoría de las comidas. mi mayor preocupación era la falta de originalidad, por lo que terminaba cayendo todos los santos días en una ensalada de lechuga y tomate, o de papas, o una milanesa de soja (he aqui otra secuela: no puedo vivir sin ellas), etc, siempre con platos muy reiterativos. en fin, algún día me daré una segunda oportunidad; lo que tengo en claro por lo menos es que si no lo puedo no lograr, no es porque no pueda vivir sin carne. voy a necesitar algo de voluntad para cocinar pero lo voy a lograr