jueves, 31 de marzo de 2011

Dolor en memoria trae rebelión



(Estoy videasta en estos días y no por falta de teclado..sólo quiero reservarme unos cuantos lindos posts para después)

jueves, 24 de marzo de 2011

Treinta y cinco años sin dormir tranquilo

La sangre correrá por tu cabeza degenerada y el aullido enloquecido dolerá como picana.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Hoy estoy vomitiva: mucho verbo, mucho verso y un poco de chamuyo

Claro. Sí, entiendo. Así, como cuando me extrañás.
Sí, sí. Así.
De golpe, ¿No? La de Zeppelin, esa te hace viajar. Tanto como para sonreír y pensar que, después de todo, no fui una mala mina.

La satisfacción de saberlo, de ver lo mismo entre las luces, el humo, las caras, la música.
No, no es soberbia ni venganza. Para nada.

Es tan simple como saber que, afortunadamente, te importó alguna vez.

Incertidumbres cotidianas

  • Nunca sabré si es cierto eso de estudiar en el tren. Por ahora se que sólo lo hacen los afortunados que cursan a la tarde sin otra obligación más que estudiar (¡Benditos sean, mierda!) y que no viajan a hora pico, van sentados, leyendo. Ah sí, y siempre hablando de materias teóricas leves, como las de las carreras de psicología, sociología o comunicación social (no es por desmerecerlas, de hecho, son tres hermosas carreras..aunque las personas que conozco que las estudian realmente no reflejan lo valioso de las mismas y hay que admitirlo: comunicación y sobretodo sociología están tan de moda que cansan, y es una pena).
    Ayer justamente intenté revisar un lindo ejemplar de Foucault, en el 136 a la mañana y en el Sarmiento a la tarde: tarea impohiiiiiible, como diría Juan Carlos Pelotudo.
  • No pasa un día en que no piense en octubre. Las violentas dos décadas, qué estaré haciendo en ese momento entre anatomía, estadística y química orgánica y sobretodo, en las elecciones presidenciales. Dudas. Muchos partidos que perdieron la personería jurídica, muchos otros que perdieron credibilidad. Candidatos chantas, candidatos boludos, en fin, candidatos. Por ahora, sólo se que no voy a dar mi voto a la derecha, al peronismo fereral, a la UCR, el MST, Proyecto sur o al Kirchnerismo. Quiero decir que probablemente aquel que votaré no llegará a recaudar un total del 1,00 % en razón de votos. Fé Lu, aprendé de los recolectores de fracasos como los activistas del Riachuelo o los hinchas de Racing*.
  • ¿Falta de control o mucha mala leche? Después de tener accidentados a mis dos perros por la misma causa, asumo que vivir sobre una avenida tiene sus complicaciones varias, más aún por el hecho de que mis bichos son muy traviesos y callejeros. Fidelito se curó ligero y sin drama. El viejito está casi tocando la gloria. No quiero que te vayas, gordito.
  • Hoy en el Durand (Hospital público ubicado en el barrio de Caballito, CABA), esperando el turno para realizar el trámite de la libreta sanitaria, observé a los empleados de limpieza. Todos y cada uno de sus ambos azules llevaba una leyenda en la parte posterior de la camisa que ya no recuerdo. Un logotipo distintivo y tipografía haciendo juego. Ahora yo me pregunto, ¿No sería más fácil para el GCBA proporcionar sueldos en regla, es decir, que los empleados sean puramente contratados por él mismo, y no recurrir a la concesión con empresas tercerizadoras de limpieza, siendo que los sueldos más altos a los médicos de altos cargos sí gozan de dicha condición? Digo, sería más barato e inclusivo. Pero ahí está el jueguito sucio, la carta negra en el asunto: el sentido puro de la palabra concesión. El gobierno de la ciudad transa con empresas de amigotes pertenecientes al groso caudal de poder y saqueo como es costumbre**, lo cual le brinda ciertos beneficios: precios accesibles de contratación y sobretodo, desligue de responsabilidades para con el trabajador. Por el otro, la tercerización es por excelencia el camino dorado para garantizar múltiples ganancias a las empresas. Hospital público con empleados privados, ¡Vamos a ver cómo es el reino del revés!.


L.

___________________________________________
*De todas maneras comprendo que Racing está puntero en la tabla, pero no pueden negar que ustedes sólo se ven campeones en blanco y negro. Y aprovecho para dedicar este pequeño espacio a un hincha que suele visitar este espacio. Viste, prometí y cumplí.
**No sólo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En cada una de las provincias y por mandato general se rige este tipo de sistema de explotación.

Doensn't remind me

I walk the streets of Japan till I get lost 'cause it doesn't remind me of anything, with a graveyard tan carrying a cross 'cause it doesn't remind me of anything. I like studying faces in a parking lot 'cause it doesn't remind me of anything. I like driving backwards in the fog 'cause it doesn't remind me of anything.
I like gypsy moths and radio talk 'cause it doesn't remind me of anything and I like gospel music and canned applause 'cause it doesn't remind me of anything. I like colorful clothing in the sun 'cause it doesn't remind me of anything. I ilke hammering nails and speaking in tongues 'cause it doesn't remind me of anything.
Bend and shape me, I love the way you are...slow and sweetly like never before. Calm and sleeping, we won't stir up the past. So descretely, we won't look back.
The things that I've loved, the things that I've lost, the things I've held sacred that I've dropped...I won't lie no more you can bet, I don't want to learn what I'll need to forget.
I like throwing my voice and breaking guitars 'cause it doesn't remind me of anything. I like playing in the sand what's mine is ours if it doesn't remind me of anything.

martes, 15 de marzo de 2011

Ay, los amorcitos

Hace algunos años tuve un noviecito más bajito que yo. De ésos que te vuelan la cabeza por un simple mensaje y unos versitos lindos. Bah, ni siquiera. Solía enviar mensajes de texto con fragmentos de canciones de Soda Stereo. Nunca me gustó Soda Stereo, descartando el hecho de que la banda que acopla versos muy adentro mío por sentimiento y por herencia absoluta es, por excelencia, Patricio Rey.
Y sí...era de esos amorcitos que no tienen una buena razón existencial, ni rumbo, ni almanaque. Pero la no-razón pesaba ante todo: ni una personalidad que me cautivara, ni sentido del humor, ni centímetros de más (siempre refiriéndome a la altura, por supuesto). Quizá ni siquiera era conciente del nivel de fantasía, lo etéreo del asunto, la falta de análisis, lo puro de mis pobres y estúpidos actos de "amor". Pero no era amor. Era una torpe obsesión de niña púber, ingenua, que se preocupaba por agradar tomando partida en actos que, en teoría, contribuirían a la aprobación del jovencito en cuestión. Cosas que pasan.
Eras bastante boludita, diría mi vieja. Sí, lo era.
Pero mi idea no abarca el revivir un recuerdo ni mucho menos, simplemente quiero apuntar a algo fundamental: mis virtudes analítico-reflexivas ya se tornaron perjudiciales. No sé si debo atribuírselo a este pobre chico (al que sigo saludando cada vez que lo cruzo e intercambio algunas palabras y sonrisas, afortunadamente), pero sé que mi pasión, ternura e impulsividad tuvieron fecha de vencimiento hace bastante. No sé el día exacto, pero sé que a partir de esa etapa de mi vida, los días fueron contados hasta mis diecisiete años de edad.
Los diecisiete fueron un cambio..aprendí a controlar mis síncopes de paranoia enfermiza, enojos absurdos y otros menesteres molestos. En ese sentido, creo, fue de lo más gratificante. Pero hoy en día hago un zoom retrospectivo y puedo notar la chispa que hubo y que ya no está.
Fría. Prejuicios leves, pero prejuicios al fin.
Pretenciones y mucho, pero mucho análisis. Ojo, el análisis no siempre se traduce a la máquina...mi cabeza no admite una semana que viene, un mes que viene, una proyección velada y feliz. El análisis es más bien una reflexión, preguntas que me autorespondo. Y también puede ser que haya muchos peros: pero no tengo tiempo, pero nada lo mueve, pero vive lejos, pero es muy diferente, pero espera mucho de mí. Pero no lo merezco porque no me interesa hoy, por ejemplo.
Y qué pasa. Me pongo trabas. Está bien, no sufro, no me involucro, simplemente porque no le doy tiempo al cuerpo y a la cabeza para eso. Simplemente me voy.
Por un lado, nunca salgo perdiendo. Pero por el otro, nunca voy a saber con certeza si realmente pude haber ganado.
Se que dejé pasar unas lindas oportunidades y nunca voy a saber si fueron buenas o malas. Simplemente fueron. Cosas que pasan.


L.

martes, 1 de marzo de 2011

Manual de Instrucciones (parte III)

-Me gusta el espíritu combativo, concepto que a mi juicio es muy distinto al optimismo. Implica no sólo cierto compromiso sino además una actitud más bien revolucionaria y colectiva.
-Bajo ningún punto de vista intente mostrarse como un individuo que avala las prácticas sociales del patriarcado (en pocas palabras, machista) sin esperar, al menos, diez minutos de intercambio de opiniones.
-Detesto el universo de las etiquetas que catalizan la búsqueda cultural individual. ¿A qué me refiero? Los perfiles que llevan consigo reglas culturales de menor grado, como un estilo musical, vestimenta, literatura, intereses, e incluso gustos cinematográficos. Detesto que se crea que Pulp Fiction, el dadaísmo y el carré con rulos/flequillo cuasirollinga sea tan intelectualoidemente FADU, que al fan de Pescado se le adjudique una suerte de "personalidad esotérica, fascinante", que "Las venas abiertas..." sea tan pero tan progre clase '87 en adelante, que los vestidos floreados, los gorritos coyas y los morrales andinos sean tan fashion-progresistas. "¿Te gusta Iron Maiden y Alfredo Zitarrosa?", já, y a mucha honra, malditos estereotipadores en masa.
-Antojo de contradicción: Las únicas etiquetas culturales menores que asumo y difundo son, en primer lugar, que el Gancia es una bebida propia de jovencita histérica, y segundo, que Las Pastillas del Abuelo definitivamente es una banda de mina. Perdón a todos aquellos fanáticos masculinos que deben estar reprochando (si es que existen, o nunca se fueron).
No etiquete, conozca. Nada es tan predecible.
-Manifestar la bronca en la protesta conjunta y en la palabra precisa, sin agredir ni exponer las propias miserias, ese es mi lema.
-FCV es uno de los lugares más lindos que conocí, Medicina no le llega ni al contrapiso (¿En qué estaba pensando hace un año atrás?).
-Amo ciertas costumbres que nos hacen plenos individuos, pero también creo que la idea de la vida es jamás acostumbrarnos, sino sería algo demasiado aburrido, ¿no?
-escribirsinmayusculasniespacios es "de diseño", pero el secreto está en prestarle atención a las modas.
-Rociar espuma artificial directo a los ojos me parece algo muy poco ético.
-Una casa sin libros es como la puna sin llamas.
-Deben saber que tomo mates y té sin azúcar. Por lo general no rechazo los mates dulces, por una torpe cuestión de cordialidad (puedo ser cordial indirectamente de mi comportamiento para con el mate recibido, lo sé, pero es algo que ejecuto casi por inercia), además, la mayor parte de mis amigos nunca se acuerda de mis preferencias (como siempre digo, las minorías somos excluídas por ataque directo o por omisión).
-Nunca encontré el placer de tomar leche. Además de estar comprobado que el ser humano sólo debe alimentarse de dicha secreción (me encanta saber que existen palabras que acentúan el sentido peyorativo que intento darle a algo, como "secreción") durante el primer año de vida. Es decir, no es necesario el consumo de leche animal. Pero bueno, convengamos que durante la mayor parte de mi vida los lácteos ocuparon un gran porcentaje de mi dieta. Al margen, la leche concreta, precisa, a secas, me resulta desagradable, es un líquido que sí o sí se puede ingerir en derivados o en una infusión, con café, cacao en polvo, etc. Lo mismo me pasa con la Coca-Cola: es menester neutralizarla con whisky o ni más ni menos que con fernet.
-Agradezco a la vida el haberme criado en el Parque San Martín, Merlo. Y vivir a la vuelta de la parada del 136, que no es menos.
-Envidio profundamente a mis viejos por haber asistido a los míticos recitales de Los Redondos en Cemento (envidio mucho a la generación rockera de Cemento, en líneas generales...pero también envidio que hayan asistido a los de Huracán Racing y River).
-¿Existe algo que supere al vinilo de The Dark Side of the Moon? Sí, escucharlo en vivo (Sin Gilmour, lo sé, pero es una locura, es magia, es la gloria).
-Quiero una lluvia cálida con mucho pasto para oler o calles amigas para recorrer (y alguien con quien esquivar los charcos).
-Sepan disculpar la falta de ánimo expresada en las tres cuartas partes de mis posts. Releyendo me dan ganas de suprimir unos cuantos, pero los dejo por una mera cuestión de respeto a la historia y la integridad física y literaria de este espacio.


Luciana B.