Y aunque en mis piernas pongan cadenas
cuando yo bailo suenan cascabeles
y mis caderas se enfrentan al látigo
con el que oprimen los capataces
porque los caporales nacimos bailando
para enfrentar al destino que nos hizo estragos
Porque la danza y la música
seguirán siendo armas
para quien quiera y sepa empuñarlas
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