martes, 31 de agosto de 2010

Interludio musical*

La banda favorita de Sandra MuchoTiempo era Depeche Mode. Y en este recorrido incierto por los laberintos de mi memoria, ella traía música para escuchar y ahí nos quedabamos, escuchando, bailando, durmiendo. Algunos temas de Depeche Mode tienen esa onda “drama y melancolía” que te transportan a un estado de conciencia superior. No miento, el mejor ejercicio es escuchar un live de Enjoy the silence una noche lluviosa, con las luces de la calle entrando por la ventana.

Postales. La recuerdo bailando mientras yo la miraba desde el sofá, y ella caminaba hasta sentarse sobre mis piernas. La sonrisa en su rostro de bailarina, nuestra primera vez, mi primera vez, sus ojos marrones, su pelo negro brillante. Siempre tuve la sensación de que cada canción de Depeche Mode se convertiría en pequeños himnos, postales de diferentes momentos con Sandra. No me equivoqué.

Muchos años más tarde, Sandra MuchoTiempo me dejó, pero su música -ni idea por qué- se quedó.

Precisamente por eso, cuando en junio del año pasado internaron Sandra por un intento de suicidio mal concebido, fuí a mi casa, agarré 101, un viejo disc-man Sony, y le pedí al primer taxi que se cruzó en mi camino que me deje en la puerta de la clínica.

Una postal... su sonrisa cuando me vio entrar en la habitación.


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*Post extraído del blog http://todasmisex.blogspot.com/
Ni muy rebuscado ni desbordante de información. Demasiado adorable como para no citarlo.

1 comentario:

Luciana dijo...
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